Moscú, 28 de octubre de 1925 El escalofrío que recorrió mi cuerpo no era tan atribuible al gélido ambiente de la tarde moscovita como a la reacción que provocaba la visión del edificio en que Felix Dzerzhinsky había convertido la sede de una compañía de seguros y que ahora era la siniestra prisión para los... Leer más →